jueves, 7 de enero de 2016

Soy una madre chupete (carta abierta a Estivill)

Tengo la suerte de haber aprendido a contrastar información para poder desarrollar una opinión propia y aunque sin conocer en profundidad el método conductista que propone el Dr. Estivill ya me negué a practicarlo no quería seguir opinando sin haber siquiera escuchado alguna de sus conferencias o entrevistas.
Reconozco que la opinión negativa al respecto la recibí tras la lectura de libros opuestos a métodos conductistas y no me hizo falta mucho más para saber que aunque respetable, no encajaba en mi idea de crianza.
Así que ayer, movida por la más absoluta inocente curiosidad, me dispuse a indagar por la Red sobre este  doctor y así escuchar su opinión y sus argumentos.
Nada quiero objetar al respecto de su método ya que no tengo ni los estudios ni la preparación para hacerlo y creo que personas más capaces que yo ya lo han publicado en diferentes blogs y libros.
Yo solo quiero decirle a este doctor que se podía ahorrar la mención despectiva hacia cierto grupo de madres, como usted nos llama, que no somos partidarias de seguir su método.
En dicha conferencia entendí porque genera animadversión entre los partidarios de la crianza respetuosa.
Permita que le diga que sus palabras cargadas de despotismo pueden resultar ofensivas y que ese grupo de madres podría debatir perfectamente algunas de sus sugerencias y no por ello ser merecedoras de tal desprecio.
Personalmente yo me he quedado con las ganas de que alguien le dijera que los chupetes y los peluches son sustitutivos de la madre y no al revés como sugiere. Es más! estoy cansada de debatir este argumento así que permitame que le diga algo;

Yo, como mujer en poder pleno de mis facultades, habiéndo estudiado previamente diferentes opciones y entendido las diversas opiniones al respecto.
Declaro que decido libremente ser el chupete, el peluche de mi hijo, el paño de lágrimas, la compañera en su proceso evolutivo, la almohada, el biberón, su consuelo y su nana, su mecedora y su enfermera, su consejera y todo lo que haga falta y que su padre en uso de su libertad  ha decidido ofrecerle su cuerpo como sofá, sus brazos como peluche y su alma como guía.  Ambos nos hemos comprometido de manera consciente a ofrecer lo mejor a nuestro hijo no siendo siempre lo que èl quiera. Y como tal decisión usted debe respetarnos.

 Estamos esforzándonos cada día por aprender a tratar con respeto y eliminando tantos condicionantes de crianzas pasadas que consideramos pueden no ser la mejor opción para nuestro hijo, que tratarnos de mujeres que no tenemos remedio muestra su derecho a pataleta (que lo tiene por supuesto)
 Respetamos a a aquellas personas que tienen diferentes opiniones a las nuestras. Entendemos que en la vida todo se trata de elecciones y que por ello todas son igual de válidas.  No me creo mejor que nadie por las decisiones que tomo con respecto a mi maternidad y mi visión  de crianza de mi hijo. Tampoco quiero que nadie me haga sentir peor por ello.
Declaro amor incondicional al ser que se ha mecido durante 9 meses en mi vientre, si ha estudiado al feto como dice entenderá que está en constante mecimiento,  y que gracias a los avances científicos y médicos pudo ser sacado de mi vientre en una cesárea exitosa.
No soy fundamentalista. He usado leche de fórmula cuando ha sido necesario y prescindido de ella lo más rápido posible. Uso fular pero también el carrito cuando es más adecuado.
Soy un ser humano con capacidad para discernir lo que me gusta de lo que no, lo que me conviene de lo que no y merezco todo el respeto del mundo inclusive si no estoy de acuerdo con su método y con muchas de las cosas que afirma que no son ciertas o al menos son científicamente debatibles.
Ninguno de nosotros Dr.Estivill disponemos de la razón universal así que agradecería que la próxima vez que una madre vaya a su consulta para tratar el trastorno del sueño de su hijo y muestre inconformidad ante métodos conductistas, tenga usted el respeto de atenderla de la mejor manera posible. Quizás pueda encontrar otra manera de tratar a sus pacientes y escribir un nuevo libro al respecto en el proceso.
Y si no hay alternativa para ello tenga usted la paciencia y el amor que hay que tener para tratar estos temas ya que los 50 euros de su consulta los va a recibir igualmente.

Att;
una madre chupete.